Hoy se cumple una semana del fallecimiento de Yamila Lobo, una joven de 23 años que perdió la vida después de haber sufrido dengue hemorrágico. Era policía y su muerte causó una gran conmoción entre sus compañeros, familiares y amigos. En la casa de los Lobo sienten mucha tristeza e impotencia.
“Ella era una joven muy sana y alegre”, dice Milagros Vermúdez, prima de Yamila. “No puedo creer lo que sucedió; nunca pasé por algo tan feo en mi vida”, añade Elsa Gómez, abuela de la joven, quien todavía siente en su cuerpo los dolores que a ella también le provocó el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Según relataron, Lobo empezó a sentir mucho frío el domingo 31 de marzo. Como en su familia había otras personas con los mismos síntomas, se imaginaron que podía ser dengue. “Yo pensaba que ella se iba a mejorar. No creí que esto terminaría así. Era una chica re sana; para ingresar a la Policía le hicieron todos los estudios, no tenía ninguna enfermedad”, señala Elsa.
Vermúdez y Gómez sienten que es una muerte que se podría haber evitado. “El martes 2, cuando Yamila estaba muy dolorida, llamé una ambulancia, pero me dijeron que no podían venir, que nos vayamos al CAPS más cercano, que es el de San Cayetano. Ella tenía mucho dolor de cabeza y chucho; temblaba. Al llegar la atendieron y le pusieron suero, pero nos dijeron que volvamos a casa y que cualquier cosa la llevemos al sanatorio que a ella le correspondía. Además, nos aconsejaron buscar ayuda psicológica; no sé por qué”, recuerda Milagros.
Dos días después, la joven ya no podía ni mantenerse en pie. Los días pasaban y su estado se iba agravando. “El sábado tenía un fuerte dolor abdominal. Estaba sufriendo mucho; ni siquiera podía caminar”, recuerda Milagros, y su voz se quiebra. Elsa agrega que Yamila no podía ni tomar agua: todo lo que ingería vomitaba. Además, presentaba ginecorragia (sangrado uterino anormal).
Ese día llevaron a la joven hasta un sanatorio céntrico, donde les dijeron que iban a tener que esperar dos horas para que la atendieran. “Vieron que era una urgencia y no la quisieron ayudar. De ahí nos fuimos al hospital Centro de Salud, donde sí la ingresaron. Tenía muy baja la presión, y según los análisis, las plaquetas le habían disminuido a niveles preocupantes. Al principio la pusieron en una sala de emergencia con oxígeno. A las 20, la subieron a terapia intermedia. Pensamos que iba a mejorar, pero a las 3 y 20 de la mañana nos llamaron para darnos la peor noticia: su cuerpo no resistió, tenía una gran hemorragia interna. Nos informaron que había fallecido por dengue hemorrágico. Esta enfermedad la consumió”, señaló Vermúdez, y se quejó de la atención que recibieron en el CAPS.
En el barrio 20 de Junio, donde vivía Lobo, se registraron varios casos de dengue en el último mes. Por eso, los vecinos reclamaron al Gobierno que realice tareas de fumigación y saneamiento. “Que no haya otra Yamila Lobo. Que se haga fumigación, arreglos de cloacas, ordenamiento y limpieza urgente; esto es zona de peligro”, reclamó Carina Cáceres.
La epidemia de dengue sigue sumando casos en Tucumán, que ya registra más de 25.000 contagios. Las autoridades sanitarias recomendaron a la población no demorar la consulta ante los signos de alarma de la enfermedad: dolor abdominal, vómitos y deshidratación.